Los días que no llevo comida hecha en casa a la oficina como fuera. Sin embargo, hace un par de semanas, después de ir a comer unas quesadillas, me dio curiosidad ver por dentro un edificio de Mario Pani al que siempre le había echado el ojo sobre Paseo de la Reforma, de hecho, como me hizo notar un día Chucho, son dos edificios, uno frente al otro, de ambos lados de la avenida. Pasé enfrente y vi que había una especie de café, me metí. El lugar parecía acogedor, con muchas plantas en el patio y murales de mosaicos. Vi que había una salida por la parte de atrás y para mi sorpresa, me topé con un local pequeño, atendido por dos señoras japonesas muy concentradas, acomodando con delicadeza porciones de comida en platos desechables. Descubrí el Obentouya Ichiban お弁当雇 – 番, (por lo que pude traducir del Google Translate significa algo así como lunch para llevar -les recomiendo jugar con la versión del traductor donde puedes dibujar los ideogramas, está muy divertido-).
Los platos son sencillos y mexicanizados, tienen brochetas, arroces (frito y donburi –al vapor con algo encima, puede ser alguna carne o vegetales-), rollos de sushi, rollos primavera y alguna que otra ensalada japonesa.
El lugar miniatura alberga tres silenciosos cocineros mexicanos y las 2 señoras, que si bien son amables se nota que tienen un carácter fuerte. Durante las siguientes dos semanas probé algunas cosas: un obento California que llevaba una brocheta de camarón rellena de queso, un poco de pollo teriyaki, una empanada de verduras con tampico –especie de salsa espesa hecha con surimi o cangrejo falso, mayonesa y apio. ¿Alguien se sabe la historia del tampico y la quiere compartir?– 6 porciones de rollo California –rollo de arroz con camarón, pepino, aguacate y queso crema– y toronja en almíbar (me encanta que los japoneses siempre ofrecen fruta al terminar una comida); una ensalada de camarón, salmón, pepinillos, algas y fideos de arroz en vinagre; un rollo de tampico; un yakimeshi de camarón (arroz frito con camarón); unas brochetas de surimi y camarón rellenas de queso; un rollo primavera de verduras (en general evito los rollos porque no me gustan tan fritos, pero este rollo en particular estaba muy bueno); y un obento japonés, presentado muy bonito con arroz al vapor con camarones empanizados encima, fideos con carne, pollo teriyaki, empanada de tampico con verduras, salchicha, pepinillos, algas, jitomate y brócoli (te llenas porque te llenas).
El lugar es realmente popular y si llegas después de las 2:00 pm es probable que ya no encuentres muchas cosas. Las veces que me ha tocado hacer fila para comprar me entretengo escuchando las conversaciones sobre asuntos laborales y viendo a las señoras trabajar tan silenciosas y concentradas, me pregunto si les gustará tanto su trabajo como a mi, yo creo que sí.
Cada vez que salgo con mis cajitas llego al comedor de la oficina, las abro y me pongo a platicar con Norma, la única colega que come a la misma hora que yo (quien por cierto siempre lleva unos platillos que se ven buenísimos pero nunca me atrevo a pedirle y me da mucha envidia porque casi siempre le guarda parte de su comida a Aurora y yo sólo me imagino cómo Aurora la debe disfrutar). Me pregunto si a Norma le gustará su trabajo como a mi, sí le gusta, a su manera. Y luego me pregunto por qué me gusta mi trabajo, qué es lo que a las señoras del お弁当雇 – 番, a los de la fila, a Norma, a mi, todos tan diferentes entre nosotros, nos hace levantarnos cada mañana y llegar a nuestro lugar a seguir con nuestros pendientes. Sin duda una parte es el sueldo, la otra parte tendrá miles de variantes. En lo que descubro cuál es la mía seguiré observando a las japonesas acomodando sus cajitas tan simples, pulcras y ordenadas, como el edificio de Pani.
Obentouya Ichibanお弁当雇 – 番: Río Volga 80 Local 13 | Colonia Cuauhtémoc | Ciudad de México
Promedio de consumo por persona entre $50 y $90 Pesos.
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